Cualquier persona que cumpla con los requisitos básicos establecidos por la aseguradora puede contratar un seguro de vida. Generalmente, los criterios incluyen:
- Edad: Usualmente, las aseguradoras aceptan solicitantes entre los 18 y los 65 años (aunque algunas pólizas pueden extenderse hasta los 70 años o más).
- Condición de salud:
- Dependiendo de la póliza, se puede requerir un examen médico para evaluar el riesgo.
- Las condiciones preexistentes pueden afectar la aceptación o el costo de la póliza.
- Capacidad financiera: Es necesario tener ingresos que permitan pagar las primas de forma constante.
- Residencia legal: Las aseguradoras exigen que el solicitante resida legalmente en el país donde se emite la póliza.
En conclusión, cualquier persona que desee proteger a sus seres queridos o su patrimonio puede contratar un seguro de vida.