Un seguro de vida a término cubre principalmente el fallecimiento del asegurado durante el período específico contratado (término). Si el asegurado fallece mientras la póliza está activa, la aseguradora paga el monto asegurado a los beneficiarios designados. Este dinero puede usarse para:
- Cubrir deudas pendientes, como hipotecas o préstamos personales.
- Mantener el nivel de vida de la familia.
- Financiar la educación de los hijos.
- Costear los gastos del funeral y otros gastos finales.
Este tipo de seguro está diseñado para ofrecer protección económica temporal, asegurando que los beneficiarios tengan los recursos necesarios para enfrentar sus obligaciones financieras.